Día
tras día haces hasta lo imposible por eliminar la grasa que tienes alrededor del
torso, y cada mañana te encuentras con que sigue ahí. ¿Estarás realmente haciendo
todo lo necesario por deshacerte de ella? Te damos cinco posibles razones por
las que no estás teniendo éxito.
RAZÓN
#1. Tratas de seguir una dieta muy estricta
Si
tu dieta no se adapta a ti ni a tus preferencias alimenticias, no sirve.
Privarse demasiado de comer es una manera de sabotear la pérdida de peso, la
gente deja de comer muchos antojos y esto provoca una obsesión. Es mejor caer
en la tentación de vez en cuando, siendo razonable. De hecho, los antojos deben
ser planeados.
En
un reciente estudio, expertos demostraron que la mayoría de personas sometidas
a esta investigación habían conseguido su objetivo manteniendo el control de
sus antojos. Aquí la manera en que lo hicieron.
•
Mídete. Crea tu propio sistema de medidas: en vez de comprar una bolsa de
caramelos, compra 50 gramos. Escoge la tarrina más pequeña de helado y no una
de tamaño industrial.
•
Intercambia. Si decides comer una o dos rebanadas de pizza de pepperoni,
elimina una de las grasas que tenías contempladas para el resto de tus
alimentos del día.
•
Contrólate. Es normal que te permitas un antojo, sin embargo, las personas que
más peso perdieron fueron aquellas que se contuvieron de caer en la tentación.
RAZÓN
#2. Te ejercitas solo para poder comer más
La
mayoría de la gente que realiza actividades físicas cree que el ir al gimnasio
evitará paulatinamente que gane peso.
Supongamos
que llegas al gimnasio después del trabajo. Empieza la rutina en la caminadora
con un kilómetro como calentamiento, esto quema 50 calorías. Se tomó como
ejemplo a una persona de 90 kilogramos. Se queman más calorías si se pesa más,
y viceversa.
A
continuación, corres un kilómetro y medio a una velocidad constante. Esto
implica quemar otras 275 calorías. Al seguir esto por 20 minutos de
levantamiento de pesas, desechas otras 200 calorías. Con esto termina una gran
rutina de ejercicios y has quemado 525 calorías. ¡Bien hecho!
Sin
embargo, de camino a casa te detienes a comprar una hamburguesa, papas fritas y
una malteada. En un lapso de 10 minutos habrás ingerido 1.200 calorías, más del
doble de lo que acabas de quemar en una hora en el gimnasio. Ciertas personas pueden
permitirse estos lujos gracias a la juventud, los genes o a una gran cantidad de
masa muscular en espera de consumir calorías. Aunque gran parte de estas no puede
hacerlo.
“La
comida rápida contiene tal cantidad de energía, que puede compararse con combustible
de cohetes”. El problema es que el mayor número de ellos consume combustible
para cohetes, y permanece sentado en la basa de lanzamiento.
RAZÓN
#3. No te ejercitas lo suficiente
Casi
todas las personas que han logrado perder 15 kilos o más y mantenerse en su
nuevo peso por más de un año, fueron aquellas que quemaron 2.000 calorías o más
por semana a través del ejercicio. Tomando como ejemplo a alguien de 95 kilos, equivaldría
a caminar o correr un poco más de 20 kilómetros semanales.
Uno
de los inconvenientes es que, aunque logres la condición física para recorrer
dicha distancia, puedes no llegar a perder el peso deseado. “Las primeras 500
calorías quemadas son las que tienen mayor impacto sobre la pérdida de peso,
las segundas tienen menos y es probable que las terceras no tengan ninguno. De
hecho, solo aumenta el riesgo de una lesión relacionada con el ejercicio”.
Si
llegas al punto de que en tu rutina de ejercicio quemas hasta 1.000 calorías y
no pareces estar perdiendo suficiente peso, no te preocupes. “Mientras
mantengas tu condición física, el que tengas un ligero sobrepeso no afecta”. Es
bueno perder peso a través del ejercicio, pero si no lo logras, no debe
preocuparte. Si, por el contrario, no llegas a quemar cerca de 2.000 calorías
en tu rutina de ejercicio semanal, empieza a sudar… ¡Ahora mismo!
RAZÓN
#4. No crees que puedas controlar tu peso durante las fiestas decembrinas
Te
equivocas. Lo puedes lograr llevando un diario de lo que comes. Los participantes
que se sometieron a un estudio durante las celebraciones y las siete semanas
consecutivas revelaron que, en general, ganaron el 500% más de peso durante las
fiestas. Sin embargo, aquellos que realmente registraron todo lo que ingirieron,
pudieron bajar de peso durante las mismas.
Si
decides llevar un diario, esto es lo que debes apuntar:
•
Lo que comes.
•
Cuándo lo comes.
•
Cuánto comes.
•
La cantidad de calorías y gramos de grasa que contiene lo que comes (si no lo puedes
calcular con exactitud, registra un estimado).
RAZÓN
#5. Disminuyes la grasa, pero no las calorías
Si
dejas de ingerir grasas y, aun así, no pierdes peso, es posible que hayas caído
en la trampa. Algunas personas reemplazan los alimentos con un alto contenido
de grasa por un mayor volumen de comidas bajas en grasa, y se gratifican con un
antojo. “Lo importante son las calorías, si quieres perder peso, debes comer alimentos
con un bajo contenido calórico”.
HE
AQUÍ TRES MANERAS DE DISMINUIR GRASAS Y CALORÍAS:
•
Empieza tu comida con sopa o ensalada. Ocupará espacio en el estómago dándote
la sensación de estar lleno.
•
Come los alimentos lo menos procesados posible. Por ejemplo: cambia las papas
fritas por las papas al horno. De este modo, podrás comer más ingiriendo menos
calorías.
•
Incluyes frutas y verduras en todas tus comidas. Te sentirás satisfecho más
pronto, además de que son ricas en vitaminas y otros nutrientes.