Abril 02, 2018

11 motivos para ejercitarte

Tácticas

Por: Joselynne de la A Molina
Twitter - Instagram: @josydelaamolina

 
Muchos escritores y personas dedicadas profesionalmente a hablar sobre cómo obtener motivación cuando se refieren al ejercicio, indican que algunas veces la verdad es que sí existe una falta de motivación para hacerlo.
 
En estos agitados días de múltiples quehaceres, es cuando la palabra “disciplina” adquiere mayor relevancia. Es decir: “Ya he tomado la decisión, ¡esto es lo que voy a hacer!”. Y los días que sientes que te arrastras, no te fijas una nueva meta, ya que se trataría de una decisión emocional en medio de un franco estado de declive. Lo mejor es mantenerte firme con la decisión original y tomar los primeros minutos de la sesión de ejercicio sin desviar tu fuerza de voluntad y sin declinar el compromiso. Así, el resto de la rutina será mucho más fácil, una vez que la endorfina, la dopamina y la epinefrina actúen en tu sistema.
 

1. Sé realista

Fijarse metas reales es, sin duda alguna, el motivador número uno. En lugar de planear una rutina de ejercicio de dos horas al día durante el resto de tu vida, mejor, en un principio, proyecta dos o tres sesiones de una hora a la semana. Las personas que empiezan con una hiperactividad son usualmente las que abandonan más rápido. Pero son ellas mismas las que se imponen estos límites.
 

2. Date un día de descanso

Si has perdido una o más sesiones de ejercicio, básicamente tienes dos opciones: te puedes otorgar un cierre físico-mental permaneciendo motivado, o bien, darte cuenta de que tomará varias semanas el llegar de nuevo a tu nivel, y eso será hasta que regreses al gimnasio y vuelvas a ejercitarte. ¡Adivina cuál es la mejor!
 
Por alguna extraña razón, perder un día o dos conlleva unas fuertes implicaciones psicológicas que afectan a las personas para sentirse como perdedoras y decir que no vale la pena seguir. Pero es muy fácil retomar el nivel, perder un día o dos es saludable: el cuerpo necesita recuperarse. No lo veas como un retroceso.
 

3. ¡Evita las comparaciones!

Esto no es un concurso. En vez de comparar tu cuerpo con el de cualquier otro que cruce el gimnasio, canaliza esa energía en tu propia rutina de ejercicio.
 

4. Haz lo que te guste

Si alguien habla contigo mientras estás realizando un programa intenso de carrera, es más fácil hacerte vomitar que conseguir una nueva amistad. Evítalos y haz lo que te guste hacer. Si las personas se colocan en máquinas que detestan, o realizan ejercicio que no les agradan, solo lograrán estar incómodas, y esto se convierte en un desmotivador.
 
Si odias la máquina caminadora y gustas mucho de practicar la bicicleta fija, hazlo segundo. Y no permitas que nadie, ni siquiera tu entrenador, te diga lo contrario. El objetivo es lograr que a la gente le guste el ejercicio… ¡no que le tenga fobia!
 

5. Visualiza el éxito

La visualización -formar imágenes mentales de ti haciendo algo con éxito- ha probado efectividad a través de diversas investigaciones. Es importante ser un muy buen motivador, solo asegúrate de que la imagen que escojas sea suficientemente realista para tu potencial, no querrás experimentar con alguien más.
 

6. Elige el lugar correcto

A menos de que seas rico y tengas tu propio gimnasio, desembolsar dinero para inscribirte a uno será, en teoría, un motivante de peso. Pero encontrarás más excusas para no ir si has escogido un lugar que en verdad no te guste.
 

7. Confecciona y ajusta tus rutinas

Luchar por repetir ese encantador pasado puede ayudar a motivarte a seguir ejercitándote. O prométete comprar un nuevo traje costoso cuando tus hombros y pecho le queden muy chicos. Pensarás que esto solo sucede con las mujeres, pero muchos hombres caen en lo mismo muy seguido.
 

8. Combínalos

Hacer las mismas rutinas de ejercicio mes tras mes puede hacerte sentir como un autómata en una fábrica de levantamiento de pesas. En lugar de esto, intenta incorporar ejercicios novedosos, otras máquinas y nuevo equipo en cada rutina. Muchos entrenadores nos afirmaron que es una de las mejores formas para mantenerse motivado. Y existen miles de opciones que puedes hacer. Por ejemplo, combinar tus sesiones con estaciones de ejercicio y las máquinas caminadoras. Así estarás mezclando ejercicio aeróbico y de fortaleza, obtendrás buenos resultados y, lo mejor de todo, es que será diferente.
 

9. Cae en la tentación de la competencia

Si tu último contacto con una competencia atlética fue en el campo de prácticas del colegio o de la universidad y has permanecido sentado en las gradas desde entonces, participar en una carrera o alguna competencia deportiva pude ser tu boleto para lograr motivarte. Con esto no te queremos decir que tengas que estar dispuesto a realizar un biatlón o triatlón, pero una carrera sencilla de beneficencia o una caminata puede ser una buena opción.
 
Debes pensar que la carrera será en los próximos meses y en tener que dedicarle algo de tiempo a tu preparación para estar listo. Averigua cuáles son los eventos que están por realizarse en tu ciudad, esto te hará sentir doblemente motivado.
 

10. Aumenta la intensidad

Todos sabemos que la filosofía de ejercicio que se basa en la frase: “Sin dolor, no hay recompensa” nos puede causar problemas. Pero el ejercicio intenso nos lleva a un estado dolorido, el mismo que los profesionales del ejercicio suplican tener. No querrás sentirte siempre así. Y para alguien que está comenzando, esto puede ser el desmotivador que termine con sus deseos. Sin embargo, para muchas otras personas se trata de una sensación que buscan para comprobar que van por el camino correcto. Si quieres reducir el dolor muscular las primeras veces que visites un gimnasio, realiza solo una serie para cada ejercicio y emplea pesos ligeros con no más de 12 repeticiones.
 

11. Registra tu progreso

Un diario actualizado en donde apuntes tu progreso, día a día, ayudará a recordarte en dónde te has sentido, si ha sido difícil e identificar qué necesitas para hacer más.